domingo, 8 de diciembre de 2013

VOCES

"Un atleta no puede correr
con dinero en los bolsillos.
Debe hacerlo con fe en su corazón
y sueños en su cabeza."
- Emil Zatopek -


Cuando empecé a correr, allá por el 2009, era muy recurrente preguntarme a mi mismo, entre tantas cosas "¿qué es lo que me lleva a correr? ¿qué es este flagelo? ¿por qué? ¿para qué?".

Las piernas dan el primer paso. Esa sensación nunca es del todo placentera. Pero luego, con la velocidad de un rayo, se evapora, dando lugar a esa explosión química que se traduce en felicidad. Esta secuencia despierta a las voces. Sin importar el contexto, el estado de ánimo o el escenario, siempre están ahí.

La verdad es que, a medida que fui venciendo la incertidumbre de lo novedoso, mas allá de lo mental, lo físico y del cansancio, pude verificar que las voces, que en su momento eran preguntas, se transformaron en respuestas.

Con el tiempo, empezaron los fondos largos. Mas tiempo fuera. Solo. En realidad, conmigo mismo. Inevitable querer entablar una conversación conmigo mismo.

Las respuestas mutaron. Pasaron a ser relatos, descripciones, ficciones narradas, arengas, chistes, maldiciones, canciones, recuerdos...
Recientemente, con motivo de los últimos fondos largos previos a la maratón de Buenos Aires, el profesor Santoro me dijo: repetite una y otra vez a vos mismo 'HOY ES EL MARATON. HOY ES EL MARATON'.

Sin importar de cuánto fuere (15k, 18k, 25k), recitaba mi mantra en secreto. Entre corredores debemos confesarnos. Cuántas veces nos encontramos a nosotros mismos relatando, para nuestros adentros, cómo vencemos a los mas grandes maratonistas de todos los tiempos, registrando récords históricos, siendo los mejores amateurs de la competencia, cómo estoicamente llegamos a la meta, derrotando a Bekele, Gbrselassie y Mosop, dejando al mismísimo Gonzalo Bonadeo sin palabras (un corredor, a quien respeto y aprecio mucho, me ha confiado que se imagina al periodista deportivo relatando cómo gana la maratón olímpica. Resultó ser una excelente idea).

De cualquier forma, ya sean preguntas o respuestas, mantras o relatos de ficciones deportivas ¿acaso imposibles?, lo verdaderamente importante, lo valioso y genuino, es que nunca se calle nuestra propia voz interior.

PD: esta entrada está dedicada especialmente a todos los que mañana van a a Mar del Plata, a ponerse a prueba una vez más, para demostrarse a si mismos que si, se puede.

Abrazo de finisher! 



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